Tal vez haya influido el canancio, pero la reacción que tuvieron algunos referentes del plantel por la desproijidad del retorno de la gira de pretemporada, en la que el viaje duró unas 64 horas, no se vio dentro del campo de juego, donde Quilmes fue muy suiperior y no tuvo problemas para derrotar a Boca por 3 a 0.
Lo que no hay dudas que resultó determinante fue la cantidad de erores propios que fueron determinantes: la mala salida de Leandro Somoza que derivó en el primer gol del local y la temprana expulsión de Santiago Silva, que dejó al equipo con 10.
La actitud inicial fue buena, pero le faltaba el toque de distinción para la trancisión mediocampo-delantero (cualquier asociación con la ausencia de Riquelme no es pura coincidencia). Y aun más cuesta abajo se hizo cuando Cauteruccio comenzaba su gran noche al definir bien al primer palo el regalo ya mencionado.
Como si esto fuera poco, el temperamento le jugó una mala pasada a Silva y reacciónó por una patada de Romero, acción que derivó en que Pittana correctamente le saque la tarjeta roja.
A partir de ahí, se vio un eqiupo que se dedicó a ver lo que hacía Quilmes. Los de Omar De Felippe fueron equilibrados en el fondo, veloces en el mediocampo y explosivos en la delantera. Sin sobrarle nada, le alcanzaba para ser superior, con más chances de irse al descanso con dos goles de ventaja que con un empate.
En el complemento, Walter Erviti se cerró para generar juego y dejó un hueco en su banda izquierda que supo aprovechar el dueño de casa. Primero, un centro cruzado de la derecha que definió mal Miguel Caneo fue un aviso.
Minutos después, Pablo Garnier empujó al fondo de la red una jugada calcada y puso el 2-0.
Con el ingreso de Orlando Gaona Lugo y de Alvarez le dio un poco de aire y ganas. Tuvo alguna aproximación pero no pudo concretar.
El tiempo se transformaba en desesperación para los de Falcioni, en tanto que Quilmes lo esperaba con cuchillo y tenedor para rematarlo.
Y lo hizo con el uruguayo que había abierto el marcador, que dejó a Boca con un sabor amargo, que viene con el torneo perdido, el 0-2 con Corinthians, la despedida de Román, el viaje eterno...
Se viene Racing por Copa Argentina, con más para perder que para ganar. Y después recibe a Tigre, en una Bombonera que si bien el slogan dice que no tiembla , late, a Falcioni le podrá hacer mover el piso.
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